En la entrada anterior hablaba sobre la presentación de proyectos para formación. En esta entrada amplio conceptos:
Tener un contenido suficientemente atractivo, enriquecedor, dinámico y novedoso para que sea interesante y que la escuela de negocios o empresa decida incluirlo en su plan de estudios o proyectos.
En cuanto al formato, es interesante diseñar la clase y tener un plan de la asignatura que contenga: material que se va a usar, horas necesarias, plan de apoyo y un plan de evaluación de los alumnos (como se les va a calificar), cuánto cuenta la presencia y participación en clase, trabajos a presentar, etcétera.
Todas las escuelas buscan la experiencia del formador o profesor y los éxitos que ha tenido en sus diferentes áreas de especialidad. Es un punto crítico, porque a la escuela o empresa le da tranquilidad, y sobre todo prestigio de cara a conseguir alumnos y dar valor a sus másteres, por ejemplo.
De nada sirve tener una gran idea, método o servicio, si no sabes exponerlo correctamente. Debes acreditar tus dotes pedagógicas de alguna manera. Debes saber adaptar tu discurso, apoyos, material, presencia, contenido y lenguaje, al auditorio que vas a tener, y eso es muy importante también. A esto se llama, habilidades docentes.
Sebas Morelli Jaimez