La búsqueda de trabajo tradicional es un juego de concordancias. Una búsqueda de trabajo que cambia la vida es una exploración. La primera opción es hacer lo que sabes que se ha hecho desde siempre. La segunda es ir más allá, sabiendo que llevará más tiempo y esfuerzo. Siempre se ha dicho que buscar trabajo es un trabajo en sí mismo. La realidad en estado puro. ¿Hasta dónde la persona se compromete consigo misma? ¿Hasta dónde busca victimizarse? Cada uno lleva, en su consciencia, su carga.

El método tradicional nos lleva a mantener actualizado el C.V., enviarlo donde creemos que encaja nuestra experiencia y esperar a que nos llamen. En la actual situación que vivimos pueden pasar muchos (pero muchos) meses sin noticias. La tecnología (internet) nos permite estar “cómodos” en casa enviando nuestros datos a todas las empresas que publican ofertas. LinkedIn es una herramienta que cada vez abre más espacios para la búsqueda. Salvo que el objetivo de tu vida esté cumplido, en la mayoría de los casos, será casi una rutina, una tradición seguir el mismo camino una y otra vez. Toca esperar y que existan esas concordancias para que ambas partes puedan entrevistarse.

Una búsqueda de trabajo que cambie tu vida requiere un enfoque distinto. No todo el mundo vale para ello. Por lo pronto, veamos tres pasos que nos sugiere Richard N. Bolles en su libro ¿De qué color es su paracaídas?:

1. Empiece por definir qué es lo que está buscando exactamente (cambio de puesto; de ámbito; tipo de personas con las que trabajar; entorno laboral; objetivos y valores o salario).

2. Considere los cuatro caminos hacia un cambio de carrera (si es lo que está buscando): volver a la universidad (requiere tiempo y dinero); cambio de ámbito (el camino más difícil); cambio sólo de trabajo (más factible) y cambio de ámbito para luego cambiar de trabajo (factible también).

3. Debe hacer muchos deberes por su cuenta para definir exactamente cuál es el trabajo y el sector en los que quiere introducirse, y luego salir a encontrarlos. QUÉ, DÓNDE y CÓMO, son las preguntas: ¿Qué es exactamente lo que tiene que ofrecer al mundo? ¿Dónde quiere aplicar exactamente sus habilidades? y ¿Cómo? Debe ir detrás de las empresas que le interesan más, con independencia de que se sepa que tienen vacantes.

Independientemente de los dos tipos de búsqueda de empleo, recuerda que la persona que acaba siendo contratada no es necesariamente la más adecuada para el puesto, sino la que sabe mejor cómo conseguir que la contraten. En tiempos de crisis, sobre todo, hablamos de un reto diario, casi horario podríamos decir. La actitud, la real necesidad, las ganas, la energía, el esfuerzo, la constancia… Son cualidades que triunfan incluso cuando se piensa que nada más se puede hacer. Pero también juega el entorno: el derrotismo mediático no debe limitarnos ni ahogarnos. La confianza es propia e intransferible. Trabajarla día a día, una obligación.

¡Hola! ¿Cómo puedo ayudarte?