En ocasiones, encuentro artículos viejos que he escrito y que por esos misterios de la naturaleza, los tengo abandonados y lejos de publicarlos. Rescato este que, increíblemente, tiene casi cuatro años y que escribí sobre uno de mis deportes favoritos, sino el que más. Hoy, comienza el Mundial de Rugby de Francia y dicho artículo en cuestión (del cual no he modificado el título) refiere al anterior mundial jugado en Japón (2019) y, sobre todo, a un partido en particular. Aquí va…
Este pasado sábado 26 de octubre (2019) se disputó, en el International Stadium Yokohama, una de las semifinales del Mundial de Rugby de Japón entre las selecciones de Inglaterra y Nueva Zelanda. Dos colosos de este deporte de villanos jugado por caballeros, según reza un antiguo dicho inglés. Un partido, a priori, espectacular que no defraudó por muchos motivos. Los siempre temibles All Blacks y la esperanza eterna de ver al equipo inglés brillando por la elegancia de su juego que nunca termina de hacer.
Antes de que comience el encuentro (y como es costumbre del equipo oceánico), al tradicional Haka de los All Blacks, sorprendió, el 15 de la Rosa, con una desafiante V. Dos ensayos (tries) a los ingleses no otorgados según la revisión de los jueces por televisión. Un juego rápido y sorpresivo para los hombres de negro que parecían desconcertados por el campo ante la mirada de más de 68.000 espectadores. Pasión, energía, juego, entrega, trabajo en equipo…
Quizá, sea el rugby, el deporte más completo para comprender lo que realmente significa el trabajo en equipo. Este concepto, muchas veces utilizado y manipulado de forma superficial, es profundo cuando se conoce, no sólo el reglamento, si no la filosofía de un juego que se remonta, en sus inicios, a la primera mitad del siglo XIX. Leí a un jugador sobre la filosofía del rugby: “Una de las buenas cosas que tiene el grupo es la unión. Todos quieren el bien del otro”.
Cuando Inglaterra realizó la V frente al Haka, su rival, a posteriori, lo calificó de “brillante”. Cuando a los ingleses no le concedieron dos ensayos, sólo hubo respeto a la decisión arbitral. Cohesión. Coherencia. Respeto. Consenso. Equipo (que no grupo). Conflictos resueltos (autogestión general y eficaz). Complementariedad. Comunicación (verbal y no verbal). Confianza. Coordinación. Constancia. Esfuerzo. Y, sobre todo, compromiso. ¿Cuántos de estos conceptos se cumplen en nuestras empresas?
Sean pymes o multinacionales. Se está haciendo camino al andar aunque, aún, queda mucho por recorrer en adquirir esta disciplina en la que se fusionen la competitividad con el respeto. Este maravilloso deporte es un gran espejo donde mirarnos y, lo más importante, poder llevar a cabo su idiosincrasia. El rugby propone conducta y espíritu de equipo. Busca mejorar la competitividad, el clima laboral, la comunicación interna, la integración de nuevos miembros y la transmisión de valores y cultura.
Volviendo a la actualidad de este artículo, con el comienzo del mundial francés, quiero destacar cinco conceptos que podemos incorporar en nuestros equipos de trabajo. Éstos están escritos en las primeras páginas del reglamento internacional de este deporte. En el reto diario está la superación, la calidad de vida laboral y el refuerzo de nuestros objetivos personales, profesional como, así también, de los valores que debemos trabajar y cuidar diariamente:
- La integridad es central para la estructura del rugby y se genera mediante la honestidad y el juego limpio.
- La pasión: el rugby genera entusiasmo, adhesión emocional y sentido de pertenencia a la familia mundial del rugby.
- Solidaridad: el rugby proporciona un espíritu unificado que conduce a amistades que duran toda la vida, camaradería, trabajo en equipo y lealtad, que trascienden las diferencias culturales, geográficas, políticas y religiosas.
- La disciplina es una parte integral del juego tanto dentro como fuera de la cancha y está reflejada en la adhesión a las leyes, regulaciones y valores centrales del rugby.
- El respeto por los compañeros, oponentes, oficiales de partidos y aquellos involucrados en el juego es esencial.