Mia y Sebastian están destinados a conocerse, a retarse, a sacar lo mejor del otro… a soñar juntos un destino que será eternamente de ellos. Insensatos sueños que tienen que ser mayúsculos. No puede ser de otra forma. Ella es sinónimo de actuación; él de jazz. Una historia de amor con notas musicales que reconcilia con ese cine fantástico donde sus mejores obras deleitan con la ilusión, las ganas de vivir, la alegría, la certeza de saber que todo es posible…

El amor lo descubren desde el tonteo inicial. ¿Acaso hay otra forma? Luego la admiración mutua. El descubrirse iguales. Potenciar al otro para alcanzar esos objetivos de vida. Realizarse en lo personal y profesional. Y mientras crecen, dudan, juegan… sus vidas profesionales comienzan a discurrir senderos separados.

El tiempo los vuelve a reunir. ¿Casualidad o causalidad? Sus vidas ya no son suyas. Sus caminos, fructuosos, no están unidos en lo físico. No hace falta. Mia y Sebastian siempre estarán conectados. Sus sonrisas finales lo dicen. No hace falta que lo digan sus palabras. El club de jazz y la gran actriz. Insensatos sueños que se cumplen.

Hay personas que aparecen en nuestras vidas para alegrarnos, para mostrarnos cuan grandes podemos llegar a ser, cuanto amor nos podemos llegar a regalar y, por esas misteriosas vías de nuestra existencia crecemos sin esa persona al lado, cual símbolo de posesión. Ahí es donde una forma de amor (de amar) nos deleita con ese maravilloso encanto de lo que las personas podemos (y debemos) entregar de nosotros mismos: la infinita capacidad de dar.

Cuando te entregas en cuerpo y alma a otra esencia similar, te entregas a ti mismo. Es la magia de la vida. Son esas emociones que te enseñan lo maravilloso que es vivir. Porque en la vida no todo son titulares nefastos que inundan nuestras mentes para no sacarnos de nuestras zonas de confort. “La Ciudad de las Estrellas – La La Land” nos invita a que inundemos de “vida” nuestro día a día.

Maravillosa, bella e inolvidable, Emma Stone. Fresco, personal y atractivo, Ryan Gosling. Reconforta este musical que ya tiene un lugar en la historia de las grandes obras que emocionan con sólo ver los primeros tres minutos de película, sabiendo que estás ante una delicia que te deja una sonrisa tan amplia y cómplice como la que se regalan Mia y Sebastian al final de esta cinta escrita y dirigida de forma magistral por Damien Chazelle.

Sueña de forma insensata en tu vida. Los deseos más alocados pueden conducir tu vida personal y profesional hacia dónde se encuentra tu verdadero “ser”. No renuncies a ello. ¿Crees que es ingenuidad, falta de realismo, evasión, inocencia y todo lo que entiendas que implique no tener los pies sobre la tierra? Mientras muchas personas no dan lo mejor de sí para encontrarse, otros damos pasos todos los días para que los sueños (muchos de ellos insensatos) se hagan realidad. A pesar de muros, barreras, gente y cosas tóxicas, la vida es bella y merece la pena esforzarse para disfrutarla como cada uno decida que debe hacerlo.

Entretanto, esos dedos suaves y armónicos de jazz sobre ese piano de cola que mima Sebastian, llenan mi mente y corazón de vida pensando en los próximos sueños. Insensatos sueños.

“Este es el sueño… es conflicto, es compromiso, es pura, pura emoción…”

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