El pasado martes tres de agosto de este veinte veintiuno que nos lleva, lentamente, a la recta final del segundo año pandémico, nos ha mostrado la cara triste de una derrota deportiva contra una superpotencia del baloncesto: Estados Unidos ganó 95-81 a España en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio. La competitividad tiene esto: ganas y pierdes. Cuando te toca lo segundo, hay que tener altura de miras, saber perder, recuperarte y volver a intentarlo en la próxima competición. Salvo para alguien: Pau Gasol Sáez. Junto a su hermano Marc, han dicho (si nada lo remedia) su adiós a la Selección Española de Básquet.

Escuchaba, hace unos días, una entrevista por la radio a Jacinta Ortiz Mesa, más conocida en su localidad natal de Huétor Tájar (Granada) como “La Tilli”. Se define como campesina y poeta. Nació en 1939. Tiene cinco hijos y a los 31 años se quedó viuda. En el momento que tocaba tuvo que trabajar en el campo y no pudo aprender a leer ni escribir pero ello no impidió, en sus tiempos libres, que compusiera sus propios poemas y los memorizara. En su vida adulta aprendió a leer y escribir; luego, contrató a su “maestra” (María Dolores López Jiménez) para dictarle sus poemas. Ésta le dijo que de ninguna manera: sería “La Tilli” quien los escribiera con su supervisión. Con 82 años acaba de publicar su cuarto libro.

En enero de este año, Pau, escribió un artículo (La responsabilidad de los líderes) en el periódico económico Expansión. Rescato este párrafo: “El liderazgo se demuestra con hechos más que con palabras. La oratoria y los discursos pueden sostener cualquier creencia pero la realidad es la que acaba juzgando las ideas que transmite y comunica el líder. Pasar a la acción es el verdadero reto, es donde el líder debe desplegar sus cualidades y capacidades. Para ello, es indispensable hacer una buena lectura del presente, analizando de forma objetiva y completa los hechos”.

Cuando hablamos de liderazgo pareciera ser que todo el mundo tiene que aspirar a ser un líder en algo; lo profesional, por ejemplo. Esto es inviable. Existen personas que lideran porque tienen unas cualidades, innatas o trabajadas, que hacen que otras personas los sigan y/o admiren. El verdadero líder tiene empatía, es humilde, tiene honestidad, coraje, es asertivo, hace escucha activa, sabe observar, es altruista, se alegra del éxito de otras personas. Estas características de la inteligencia emocional deben ir acompañadas por la tenacidad, el esfuerzo, la constancia y la disciplina. El verdadero líder tiene que querer serlo.

Todo lo que nos ha hecho disfrutar Pau y el legado que deja, nos muestra a un verdadero líder. Fuera de los grandes focos emerge también como líder, Jacinta. Ella nos muestra con hechos como una persona puede superarse, tener ilusión, constancia, disciplina y claridad de ideas cuando las cosas no venían bien dadas para cumplir su sueño, su objetivo: plasmar, por escrito, sus propios poemas. A los 82 años y con su cuarto libro recién editado, nos regala un hecho tangible que bien merece la pena recordemos a la hora de ponernos excusas cuando no damos lo mejor que tenemos para alcanzar nuestros sueños, nuestros objetivos. Pau y Jacinta. Jacinta y Pau. Liderazgo personal.

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