Herencia. Sacrificio. Trabajo. Humildad. Integridad. Lealtad. “El curso G.E.O. enseña valores, claro que enseña valores. Los valores son los que nos definen como especie; si no tuviésemos valores seríamos animales”, afirma el Inspector Pelayo con gesto serio, confiado y firme frente a la cámara. Busca, en el aspirante, “ser una persona noble, cabal, sincera”. Nos regala otra frase para enmarcar cuando hablamos de liderazgo y equipos de trabajo: “La obediencia bien entendida, es muy útil. No podemos entender la obediencia como un bien peyorativo. La obediencia bien entendida es confianza”.
El Tajo decide. El río Tajo pone a cada uno en su sitio y cuando tienen que hacer una práctica, cada jefe de equipo tiene que decidir con quién va a participar y por qué. Sólo se explican unas normas elementales; el comportamiento de los aspirantes hará el resto. Se trata de observar. Se trata de ver como, en las cada vez más duras exigencias (racionamiento de comida, por ejemplo), hace acto de presencia la Teoría de las Necesidades de Maslow: empieza a estar en juego la supervivencia de los aspirantes. Soy yo o el compañero. ¿Qué ocurre con el concepto de equipo? Nunca desaparece.
En plena formación sobre tiro al blanco, Pelayo comenta con un aspirante (cuando le pregunta sobre si está tranquilo o no) ante la respuesta afirmativa de éste de estar nervioso: “¿Cree que cuando tenga un enfrentamiento armado la situación va a ser mucho más cómoda que la actual? No estamos en una amenaza real. Simplemente estamos en formación. Si esta situación no es capaz de afrontarla y superarla cuando tengamos un enfrentamiento real será muchísimo peor”. Pelayo es categórico ante las cámaras: “¿Qué es un buen G.E.O.? No puedes ser un buen G.E.O. si no disparas bien”.
Uno de los aspirantes frente a la cámara: “Yo estoy aquí porque quiero; para cumplir un sueño”; mientras muestra una foto de su mujer y sus dos hijos pequeños. Realza la labor de ella. Hay mucha emocionalidad en lo que irán contando los aspirantes al dejar de lado la familia. Es una dura elección; es un complejo equilibrio. Pelayo, y el resto de instructores, se desnudan emocionalmente; cuentan sus historias familiares y por qué están donde están. Tratan de inculcar parte de esos valores y educar a los aspirantes, aunque refuerzan el que no todo lo que nos asignen en esta vida va a ser agradable.
“Yo soy muy pequeño como unidad. Yo no soy nada solo. Yo soy invencible cuando estoy con mi equipo, con mi gente. Es una de las lecciones que tenemos bien ensayadas y bien aprendidas en el G.E.O. Funcionamos en equipo. Y seleccionamos gente que funcione muy bien en equipo. Todo al final es educación”. Todo lo que sale de Pelayo es liderazgo. “El objetivo mío y de todo mi staff es que cuando acaben, los que acaben, tengan una noción clara, todo lo claro posible de en qué se están metiendo. Si no, habré fallado”. La educación básica de un líder.