En los últimos tiempos, muchas personas se expresan (con mayor énfasis) en las RR.SS. sobre temas de actualidad política que, en ocasiones, derivan en asuntos históricos. Creo en la libertad de expresión por sobre todas las cosas. También creo que no siempre somos conscientes lo que ha costado ganar la libertad en nuestro país (y en grandes regiones del mundo en los últimos 50 años) y hay que cuidarla porque es un derecho capital en una sociedad democrática. Es importante recordarlo cada tanto. Por supuesto que la libertad exige responsabilidad. Expresar nuestras opiniones (sea el tema que sea) implica respeto y asertividad en las formas cuando no estamos de acuerdo con una expresión lejos de nuestras ideas o criterios.
Sobre todo, en LinkedIn, algunos usuarios han utilizado este espacio para exponer sus ideas derivadas de la realidad que estamos viviendo y cómo está siendo gestionada desde el Gobierno central, recibiendo comentarios con lamentables faltas de respeto y otros argumentando que, dicha red profesional, no es la adecuada para expresarse en temas políticos. No estoy tan seguro de esta última percepción. Efectivamente, quienes escriben para desacreditar al otro sin respetar, retrata muy bien a esa persona quien no tiene la capacidad de generar un sano y equilibrado debate.
Quienes opinan que LinkedIn no es una plataforma para tratar temas de política, es bueno recordar cómo ésta nos afecta en el día a día profesional. ¿Cuál es el grado de intervención del Estado en la economía? ¿En la salud? ¿En la educación? ¿En las infraestructuras? ¿En los impuestos directos e indirectos que pagamos? ¿En las leyes laborales? ¿Qué implica no tener gobiernos estables? ¿Cómo afecta esto al crecimiento económico? ¿La inflación?
¿Cómo se ha gestionado la educación en nuestro país desde la vuelta a la democracia? ¿Acaso no afecta eso a las generaciones que salen al mercado laboral futuro? El Estado (Gobierno central y Comunidades Autónomas), ¿va al ritmo del cambio tecnológico y de las nuevas formas de hacer negocios que demanda el mundo de hoy?
Los debates políticos, incluso en una red social/profesional como LinkedIn, deben ser entendidos (insisto que siempre que sea con criterio y respeto) como una sana intensión de que, como ciudadanos y profesionales, es necesario que comprendamos cómo nos afectan las decisiones políticas en nuestro día a día. Lo sabemos los que somos autónomos, las pymes, los directores de empresas, los empleados; todos lo sabemos.
Es deseable seguir madurando como sociedad y comprender que, en estos tiempos más que complejos que nos toca vivir, las ideologías, los sesgos políticos y quienes defienden ideas caducas (la historia nos lo enseña), están obsoletos en defensa de temas que, a quienes queremos seguir mejorando y evolucionando nuestros productos y/o servicios para ofrecer lo mejor de nosotros a otras personas, proyectos o empresas, poco o nada aportan al desarrollo de la sociedad. Son tiempos para mirar hacia adelante; desde un presente lleno de incertidumbres pero en búsqueda de un futuro prometedor y con ideas que renueven pensamientos y acciones.
Es verdad que el andar del Estado (cada vez más grande, burocrático y complejo) choca con la realidad y las necesidades del negocio en la calle; de las personas comunes. Pero también es verdad que debatir sanamente temas políticos en LinkedIn, no debería alejarnos de comprender que, éstos, nos afectan profundamente. Sean los aportes que sean, libertad de expresión con respeto y responsabilidad. Ganamos todos.