Imagen tomada de la cuenta X de Fernando Alonso
El pasado domingo 22 de octubre se corrió la décimo novena carrera del mundial de Fórmula 1 en el Circuito de las Américas (Austin, Texas). Esta temporada, Estados Unidos, acoge tres grandes premios en el intento de lograr penetrar en el potente mercado estadounidense, sabedores de la gran pasión por el automovilismo que existe entre los ciudadanos. Con el título de constructores ya definido y el de pilotos, en la carrera de Sprint ese sábado, también, poco interés podía haber pero esto es F1.
Aston Martin está yendo de más a menos. Ese fin de semana parece haber caído todo lo que podía esperarse, por lo menos a nivel resultados que, por supuesto, va acompañado del rendimiento de las prestaciones introducidas y que no funcionaron. Puesto 18 (de 20) para Alonso en los Libres 1, dando 19 vueltas a lo largo de la hora que dura la sesión. Junto a su compañero (Stroll tan solo dio cinco) de equipo fueron los que menos giraron. En la clasificación de ese mismo viernes, Fernando fue 17º.
El sábado, la clasificación (Sprint Shootout) para la carrera de Sprint, fue otra decepción: no pasó de la SQ2 y quedó 12º para acabar, posteriormente, en la décimo tercera posición en la misma Sprint. ¿Qué ocurriría el domingo saliendo 17º? Dada la situación, ambos coches salieron desde el Pit Lane. En la vuelta 51 (de 56), Fernando tuvo que retirar su monoplaza por problemas en el suelo. Hasta aquí los datos objetivos. ¿Hablamos de frustración, de fracaso? La carrera no fue tan mal al final de cuentas.
¿Cuál fue la actitud? A pesar de lo doloroso de la situación, según el asturiano, el objetivo era aprender. Dar 56 vueltas por darlas no era una opción. Actitud Alonso. Podríamos interpretar, erróneamente, que llevan 19 carreras esta temporada; que son un equipo y se conocen lo suficiente; que ya está todo hablado y que no debería haber problemas y un largo etcétera. Fernando, cual director de un equipo, había lanzado un mensaje contundente. El gran premio de México no fue mejor.
Tres carreras consecutivas pueden confirmar un fracaso, llevar al altar de la gloria o demostrar que rendirse nunca es una opción. Y esto último nos recordó, una vez más (¡y van!), este competidor incombustible. Si hablamos de resultados, la historia no está haciendo justicia en cuanto a títulos y estadísticas se refiere pero hay deportistas (o según qué personalidades) que están más allá de los números. Fernando ya es una leyenda viviente de este deporte. Alguien a quien admirar.
Este fin de semana, en el gran premio de Brasil, Aston Martin volvió a estar muy arriba. Es verdad que otros equipos no estuvieron a la altura pero ello no es óbice para no reconocer que el equipo, luego de ese aprendizaje, ha encontrado buenas respuestas para lograr buenos resultados. La lucha de las últimas 20 vueltas entre Fernando Alonso y Checo Pérez fue digna de las mejores que la historia recuerda. Dos grandísimos pilotos; un coche más competitivo que el otro. Un disputa al límite pero limpia.
El abrazo final entre los dos corredores refleja el respeto de un deporte altamente competitivo pero que todo el mundo celebró más que la victoria de Verstappen. El podio de Fernando fue agradecido para todo el equipo en el circuito y para quienes estaban en la fábrica. No todo lo que hagamos en la vida saldrá como deseamos. De hecho, podemos esforzarnos mucho y los resultados no llegan. Seguir trabajando duro, cambiar, probar otras cosas. Aprender siempre. Rendirse nunca es una opción.